Évariste Galois, uno de los genios más grandes de la humanidad y el matemático más precoz de la historia, fue un revolucionario y el creador de la teoría que lleva su nombre; fue también uno de los fundadores del álgebra moderna y transformó la matemática valorizando el uso de la noción de estructura. Su militancia política, que lo condujo a ser encarcelado y a morir, estaba cimentada en profundas convicciones filosóficas, excepcionalmente avanzadas para su época. En ellas basó su enfoque de la ciencia como actividad humana y colectiva, cuyo desarrollo pleno se lograría sustituyendo el individualismo competitivo por una cooperación solidaria. El último año de su vida lo pasó en prisión tras ser detenido por razones políticas, y murió a los veinte años en un duelo.