Un nuevo viaje al corazón de África a través de un cuento sobre la importancia de la calma para enfrentar las dificultades. El elefante acostumbraba a quitarse un ojo para jugar al pimpón como si fuera una pelota. Un día lo lanzó tan alto que acabó cayendo al río y, como no conseguía encontrarlo, perdió completamente los nervios. Cuanto más se agitaba, más difícil le resultaba encontrar su ojo, pero una niña que lo observaba le ayudó a dar con la solución.