El licenciado Dante C. de la Estrella es uno de esos personajes a quienes la mezcla -tan mexicana- de resentimiento y megalomanía produce una locura social tan obvia como impredecible.
Cima y sima de cierta manera de vivir del cuento, licenciado que linda con la metafísica, narciso banal y aterrador, correveidile de su propio protagonismo imaginario, el licenciado de la Estrella siembra el pánico y -a la vez- se siente genuinamente perseguido. Según él, rebate calumnias y deshace entuertos; pero como los entuertos son todos los pasadas y él es un laguleyo, lo único que consigue es armar argüendes, intrigas, situaciones de una incomodidad límite. Mediocre y extraordinario, insoportable y desmesurado, el icenciado de la Estrella es una auténtica bomba de tiempo.