Este texto de Hans-Georg Gadamer fue la última conferencia pública que brindó en su vida. Al describir el dolor como una tarea de vida, Gadamer formuló en dicha ponencia una verdadera provocación para el público del colegio de médicos. Esa tarea, lejos de ser un defecto o una deformación del individuo con padecimientos, se acerca más bien estructuralmente a aquello que ocupó a Gadamer toda su vida: la hermenéutica.