Luego de trabajar obsesivamente durante cuarenta años, un hombre acude una mañana su vieja oficina. Ahí lo esperan sus compañeros y el gerente de la compañía, quienes lo reciben con una inesperada fiesta de despedida. La jubilación ha llegado. Él reclama su puesto y ofrece sus servicios por un pago ridículo; sin embargo, es violentamente despedido. Sumido en una profunda depresión y soledad se recluye en un viejo edificio y piensa que todo ha terminado. Tratar de crear un mundo nuevo para meterse a vivir en él parece una utopía. La aparición de una mujer enigmática y nocturna, sus dotes excepcionales de ajedrecista y un asesino serial lo llevarán a dar sus últimas batallas y preguntarse cuándo acaba la vida útil de un hombre. ¿Es la jubilación solo un asunto laboral de la tercera edad?, ¿un hombre de 70 años es ya un anciano sin futuro?, ¿cuántas veces y de qué formas nos jubilamos en la vida? Algunas respuestas las obtendrá el personaje central en sus días de invierno y lo llevarán a concluir que la verdadera jubilación se produce en la conciencia, en el mundo que cada hombre se construye para sí mismo.
