Durante los siglos XVI y XVII el pensamiento humano, o al menos el europeo, sufrió uan profunda revolución que transformó el marco y los patrones de nuestro pensamiento, una revolución de la ciencia y la filosofía modernas constituyen a la vez la raíz y el fruto.
Esta revolución o, como también se la ha llamado, esta "crisis de la conciencia europea", se ha descrito y explicado de muy distintos modos; pero es algo comúnmente admitido que el desarrollo de la nueva cosmología, que sustituyó al mundo geocéntrico e incluso antropocéntrico de la astronomía griega y medieval por el heliocéntrico y, más tarde, por el universo sin centro de la astronomía moderna, desempeñó una función suprema en este proceso.