Con prosa exacta, de tono afable e íntimo, no exenta de un irónico sentido del humor, que no teme insinuarse en los escritos más serios, Jaime Erasto Cortés dialoga con sus lectores y con algunos de sus cuentistas del siglo XX.
Este sitio web utiliza cookies, tanto propias como de terceros, para mejorar su experiencia de navegación. Si continúa navegando, consideramos que acepta su uso. Más información