Anni Albers abordaba la escritura de manera notoriamente parecida al proceso de crear un tejido en un telar, nos dice Nicholas Fox Weber en la introducción de este libro. Usando una máquina portátil, escribía sus textos en hojas de papel comunes y corrientes, que luego pegaba con cinta para crear un rollo. Sólo de esta manera podía lograr el flujo y la continuidad del ensayo completo.