En este libro se intenta responder a la imperiosa necesidad de evaluar la capacidad legislativa del Congreso Mexicano a través de la profesión y la profesionalización del Poder Legislativo y sus legisladores y de contar con cuerpos legislativos preparados, capacitados técnica y políticamente. Además de su papel en la representación democrática de los ciudadanos y las fuerzas políticas, la profesión de los legisladores es esencial como la actividad propia de los congresos y su profesionalización como conocimiento personal y capacidad institucional. La autora estudia la reconstrucción en México del poder legislativo como un proceso ligado a la consolidación democrática en la que desde 1997 los actores políticos adquieren compromisos con miras a hacer perdurables y operables a las instancias representativas. Esta transformación institucional, aún inconclusa, abre camino a la consolidación de un modelo de parlamento como legislatura capaz de ejercer la supervisión, obstrucción y debilitamiento del ejecutivo y proyectarse como un congreso constructivo y proactivo, que discuta y se involucre en las propuestas del ejecutivo y evalúe y supervise técnicamente el desempeño de las actividades del gobierno.
