Si bien las escenas explícitamente eróticas que contienen estos relatos dan una pista clara de por qué caminos transcurría la escritura de D.H. Lawrence, de cuáles fueron los temas tan escandalosos que llevaron a la sociedad de su época a llevarse las manos a la cabeza hasta el punto de censurar sin remisión su última novela -la conocida Lady Chatterley-, hay otro imaginario de Lawrence que no se queda corto en intensidad y tensión narrativa: la psicología atormentada de unos personajes en aparente lucha consigo mismos.Aparente, porque se trata en realidad de una lucha contra una norma social enconrsetada que, en la mayoría de los cuentos de este volumen, se revela también casi contranatura.