La caída del socialismo real y los nuevos movimientos sociales, irrumpiendo al primer plano desde el alzamiento zapatista, obligan a reconpensar los caminos de la resistencia al capital. Cambiar el mundo sin tomar el poder (2002), de John Holloway, instaló otra óptica desafiando al pensamiento dominante en el marxismo que, desde la revolución rusa, sostenía que sólo desde el poder del Estado se puede llevar a cabo el cambio revolucionario.
Contra y más allá del capital recoge cuatro años del debate abierto, lo proyecta, lo enriquece y es parte del caminando-preguntamos.