Así como el tema amoroso es el hilo conductor de este "concierto reconciliatorio", Marco Ornelas acude a los elementos visuales del lenguaje para dar forma a su decir. Juegos con la tipografía, diseños sobre el blanco de la página, énfasis de los caracteres con las cursivas, o los versos que se precipitan en vertical cascada, materializan la idea del lenguaje como objeto poético sonoro, musical, rítmico y también visual. Cualidades a las que se suman la brevedad y la limpieza en la escritura.