Las mujeres de la familia de Natalia Litvinova «guardan el cabello/ que se cortan/ en un cesto de trenzas». Estos poemas se han escrito con la ambición de conservar las historias de esas mujeres que precedieron a la autora, que forman parte de ella y que trenzan su historia. Poemas sobre la memoria y sobre la genealogía, sobre la memoria y la forma en la que define nuestra manera de ser y estar; sobre las mujeres y su relación con las otras mujeres, y con los hombres, y con las expectativas que se les imponen. Cesto de trenzas es el libro más físico —porque sus referencias se palpan, tienen una geografía— de Natalia Litvinova: una poeta que mantiene su capacidad para sugerir, pero cuyo discurso toma cuerpo y abre su silencio hacia el conjuro.
Una de esas poetas de las que uno quiere otro libro enseguida (Martín López-Vega).
Sus poemas tienen el incesante misterio de la sencillez, que es lo contrario de la simpleza. No exhibe teorías, solo temblores. Su única certeza es el talento.