"Si va entre los herreros, aquello dicen sus martillos; carpinteros y armeros, herradores, caldereros, arcadores, todo oficio de instrumento forma en el aire su nombre. Cántala los zapateros y peinadores, tejedores, labradores en las huertas, en las aradas, en las viñas, en las segadas con ella pasan el afán cotidiano. Al perder en los tableros, luego suenan sus loores. Toda cosa que son hacen, a doquiera que ella está, el tal nombre representa. ¡Oh, qué comendador de huevos asados era su marido! ¡Qué quieres más, sino que si una piedra topa con otra luego suena '¡Puta vieja!'"