La casa donde Luis Barragán vivió hasta el final de sus días concreta una expresión única de las reflexiones artísticas y búsquedas filosóficas de uno de los arquitectos emblemáticos del siglo XX. En este recinto erigido para el pensamiento y la creación, como bien expresa Alfonso Alfaro, se sintetizan las preocupaciones artísticas y las ideas de un Barragán que, con un lúcido sentido de la realidad, logró imaginar un itinerario radicalmente personal.