Un hombre mexicano enviuda. Su exesposa, Zaharí (protagonista de la extraordinaria novela en verso Poesía eras tú), era Senadora mexicana y le ha dejado a su marido, además de un patrimonio vasto, un conjunto de relaciones sociales que probablemente valen más que el dinero y que los bienes. El narrador, soltero y poeta cuando le conviene, empieza una relación sentimental con una aeromoza estadounidense que viaja por el mundo, y él, desesperado por su ausencia intermitente, encuentra en las cartas la mejor manera de comunicarse con ella. En primera instancia Cartas a Dorothy está compuesto por las misivas reunidas que el narrador —un malcriado incorregible que desea un puesto en el Senado— le escribe a quien él concibe como su futura esposa. Pero el autor de las cartas, envuelto en la escritura irreverente de Francisco Hinojosa, muy pronto proyecta en sus mensajes todo el machismo que lo atraviesa, toda la violencia que utilizan los hombres que solo quieren conseguir sus objetivos y toda la prepotencia de quien se sabe amparado por el poder político de un país impune. Este volumen epistolar reproduce crudamente la filosofía de un fiel portavoz de un grupo que rara vez deja ver su intimidad: el de los hombres pudientes que piensan que las mujeres son suyas, que el dinero es de quien lo consigue sin importar los medios, y que no importa si los puestos políticos son simples pasatiempos.
