Este libro soporta y reclama las más altas comparaciones; ante su resplandor inigualable, la acción y la contemplación dejan de lastimarse, el tormento humano de implorar misericordia y las cosas imaginadas de ser un peligro para las cosas vividas: más todavía que la elección que Eluard impone a todos, y que es maravillosa por las palabras que reúne, en el orden que las reúne, me reprocharía yo, su amigo, no celebrar los amplios, singulares, bruscos, profundos, espléndidos, desgarradores, movimientos del corazón.