SIMON DELGADO, KEVYN; VALLEJO FRAGOSO, FRANCISCO
Recorrer las ocho estampas que componen “Caminos rojos” es adentrarse en revelaciones antes ignoradas, abrazando diversas temáticas desde los rincones de distintos estados de nuestro país, para alcanzar la universalidad del análisis. Son piezas de un rompecabezas que nos permiten la comprensión de un pasado que aún late en el presente, es la memoria rescatada al servicio de los lectores sin la búsqueda del beneplácito normativo, permitiendo la construcción de una conciencia del ayer para reconocer el hoy y saber proyectar con mejores horizontes el mañana. No hay tiempo para el olvido, no existe remanso para ignorar las tragedias que cientos de mexicanos padecieron por el simple hecho de disentir. La historia no es de los vencedores, es de quien la trabaja, la busca, la encuentra, la cuestiona. Los ensayos que componen los “Caminos rojos” traen a cuestas su compromiso por develar las historias que otros niegan, que a otros asustan, que otros ignoran. De ahí surge para el lector la convocatoria por lo festivo, ya que cada vez que se revela un túnel, se husmea en las penumbras, se ilumina la ignominia, se construye un mejor futuro; sin duda, los autores de estos caminos conocen muy bien sus apuestas para abrazar la máxima de que la historia es la constructora de sueños que evita la proliferación de las pesadillas. Fritz Glockner