Malacanchonche es una ancestral danza indígena mexicana que se continúa practicando. En ella, el principal ejecutante gira y gira hasta que se convierte en el eje del universo. A partir de esa danza superviviente, todos los personajes se encuentran envueltos en los giros del destino. Intempestivamente, en un mundo que parece funcionar a la perfección, cada cual se entera del costo que hay que pagar.
Entonces los símbolos comienzan su labor, como la rueda del tiempo que gira sobre lo que constituye este mundo: un pueblo, una choza, una ciudad, una casa, una enfermera, un enfermo, un médico, una mariposa, una posibilidad, y todo. Pero, como era de esperar, la danza llega a su fin. Al menos para algunos. Mientras tanto, la rueda de la infinitud prosigue sus ritmos implacables sobre nuevas oleadas de lo que ya nos está llamando hacia el porvenir.