Hoy en día las letras centroeuropeas -sobre todo las de expresión germana- vuelven a estar en el centro de atención de los lectores de nuestra lengua. A ello han contribuido los premios nobel de literatura otorgados a Imre Kértesz (2002) y Elfrife Jelinek (2004), así como el creciente número de hispanohablantes que se acercan a la lengua alemana como vehículo de aprendizaje del mundo y de comunicación internacional.
El asesino de la palabra vacía es una segunda serie de "lecturas y recorridos desde la otra europa", que, al igual que los escritos contenidos en su Un disparo en la niebla (1997), registran viajes, estancias y acercamientos a paises e imaginarios centroeuropeos. Estos textos sugieren que todos los fines de siglo son iguales y que, al aproximarnos a la experiencia histórica y literaria de europa central del siglo XX, los lectores hispanoamericanos encontraremos un acervo fascinante para mejor entender nuestra experiencia moderna.