Arena, 2009 (María Eugenia López, La Plata, Argentina,1977)
Arena permite disponerse a divagar desde la minucia —lo elemental, eso único o aquello objetualizable— de un campo simbólico donde el estallido del cuerpo femenino se hace partículas que van perdiendo determinantemente su género. Fuera de los órganos —y su orgánica atribuida, y la propia materialidad del asunto— el estallido del cuerpo marca una abertura, un acercamiento, pues todo aquello desperdigado se une para signar la hebra criminal, marcándose una mancha sobre la “Arena”, esa mancha que deviene gargajo en lo terrible y peligroso de su estallido.