Cultivador del escepticismo fundado y de su complemento, el optimismo razonable y problemático, el autor de estas páginas lanza preguntas que perfilan inquietantes paradojas: ¿para qué tanto buscar, si al fin y al cabo siempre se encuentra?; ¿para qué ir a la búsqueda de “algo”, si en sentido estricto nunca se encuentra? Aun desde la convicción de que a estas alturas de la historia resulta insostenible perseguir significaciones absolutas.
Consciente de la vastedad del universo y atento a la singularidad de todos los seres que lo pueblan, Deltoro escribe con una inmediatez que no excluye la precisión y el rigor. En este libro los asombros nacen “de lo imponderable de la poesía”.