El amor es permisivo. Los enamorados no se vuelven ciegos, ven más allá: al colmar uno de ellos de belleza y goces a su pareja, borra sus defectos, convierte a Aldonza Lorenzo en Dulcinea del Toboso. Pero la ilusión, el encanto, la magia no son para siempre. De hecho, para el filósofo suizo Denis de Rougemont el amor feliz no tiene historia. Adrián Curiel Rivera, sabedor de estos secretos en carne propia, con una narrativa detallista, inteligente, transformadora del tormento en placer, se ríe de sí mismo y de sus personajes para mostrar, de lo individual a lo universal, cómo hombres y mujeres arman sus sentimientos amorosos y terminan destruyéndolos. Antología triste. Historias de amores inacabados reúne algunos de los mejores cuentos de Curiel Rivera, pertenecientes a los volúmenes Unos niños inundaron la casa (1999, Cal y Arena; 2019, Ficticia Editorial), Madrid al través (2003), Día franco (2016) y Amores veganos (2021). En todos hay una constante: la posibilidad siempre latente, siempre evasiva, de reconocernos y realizarnos en la unión con otro ser.