Con un lenguaje poético que por momentos parece tensarse hasta su propia disolución, y con una ironía y un humorismo que no alcanzan a ocultar la angustia existencial que vibra detrás de cada uno de sus versos, en este libro desconcertante, sin duda la obra más ambiciosa de cuantas ha escrito, Herbert se angustia, juega con la tipografía, con las palabras, con las tachaduras, con los colores, con las definiciones, con los idiomas. Narrador -cuentista y novelista-, ensayista, poeta, cantante, Julián Herbert es un insatisfecho de sí mismo que se encuentra y desencuentra en cada libro y a veces dentro de cada libro. Este libro no es la excepción.