A partir de sucesos y declaraciones derivadas de un mitin del candidato Enrique Peña Nieto en la Universidad Iberoamericana, que hasta el más fino analista hubiera pensado efímeros en una campaña por la presidencia de la República en 2012, tan larga como insulsa, irrumpió, mediático y contundente, un movimiento de jóvenes universitarios —al que muy pronto se le sumaron ciudadanos, grupos, sindicatos y organizaciones—, que saltó a la escena política con repercusiones mundiales en sólo unas horas.
La campaña presidencial cambió y quizá también las formas de participación ciudadana y de hacer política en México. Las redes sociales, el video casero, el blog y el mensaje de texto fueron las plataformas de inicio y poderosos medios de expresión, que se convirtieron en vehículos de