El olvido es un abismo que habitamos. Nada somos ante esta fosa común, al final de cuentas, y poco puede hacer nuestra memoria. El poeta, Sebastián Arroy Juárez, toca el filo de esta llaga, la del olvido, y recupera las huellas de la historia perdida, tanto política como personal y amorosamente. Y se enuncia desde las culturas negadas, aquellas que resisten en el intento de omisión: los palestinos, los habitantes de Nagasaki cuando la bomba atómica, o Sarajevo cuando la guerra… Este poemario, trata de esto: darle palabra al olvido y los olvidados, acaso un imposible realizado, en un perpetuo estar A la deriva, al borde de la noche y del silencio.