En El panfleto del rey y su lacayo, Cutberto López se adentra sin miramientos en el universo de esos salvajes neoliberales llamados gobernantes, entregados totalmente a las leyes del mercado, a quienes lo que menos importa es el beneficio del pueblo que ´gobiernan´.
Cutberto crea un reino, cuyo nombre no se menciona pero que nos es muy familiar, en el cual un rey sufre terribles pesadillas: ve a un hombre caminar en silencio hacia él. ¿Qué quiere? ¿Arrebatarle el PODER? Esto desencadenará una farsa brutal, un texto franco y directo, como su autor.
Cutberto sabe retratar a este México herido; acomoda las piezas y construye una farsa hilarante ayudado por dos personajes: el rey y su lacayo, quienes hacen una dupla que se complementa y se repele, que enamora y da asco. Se trata de una obra actual y contundente. Un panfleto, dice el autor; para mí que la dirigí, un retrato certero de la farsa en la que vivimos. Una delicia tanto para quienes la lleven a escena como para quienes la observen.
Angélica Rogel