En el universo de la producción de libros antiguos, el cajista era quien decidía sobre la forma, tamaños y tipos de letras; viñetas, escudos, orlas y marcos; elementos que definían el estilo y la composición general de la página impresa. Esta actividad, conocida como el arte de la tipografía, equivale a la actual noción de diseño gráfico.
La autora ofrece un análisis estilístico sobre portadas de libros producidos durante la transición de la época virreinal y la primera mitad del siglo XIX en México, que permite comprender la evolución de la tipografía y el diseño gráfico. El arte del cajista en las portadas barrocas, neoclásicas y románticas (1777-1850) enriquece el área de estudios de la historia del arte.