Salvador Garcidueñas Arguello.Nació en 1856 en Santa Clara del Cobre, Michoacán. Ingresó a la Compañía de Jesús en San Simón, Mich., el 27 de abril de 1880. En Puebla ejerció el magisterio, estudió teología en Oña e hizo su tercera probación en Saltillo, Coahuila. El resto de su vida estuvo en el Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles, en México. Fue un gran predicador. El cáncer lo hizo sufrir sin que dejara de cumplir con su obligación. Durante la persecución religiosa padeció grandes peligros. Murió en 1927, descanso donde fue su última sede.
Garrido nos sumerge en la vida de este hombre incansable en sus ministerios, y que se entregó a los más pobres del barrio. En treinta y cinco años de labor hizo cambiar esa zona formando una nueva generación de cristianos. Para los niños fundó dos escuelas. En la Revolución de los años 1914 a 1916, el Padre Garcidueñas mantuvo el servicio en el Santuario. Y en 1926, cuando los obispos de México suspendieron las funciones eclesiásticas en el país en protesta contra las leyes antirreligiosas del gobierno, el Padre Salvador permaneció en su puesto como custodio y guardián del Santuario. Cuando él murió el 4 de octubre de 1927, a la edad de 71 años, la gente de los alrededores, que lo conocían bien, acudió en masa para recoger algún recuerdo. Y desde entonces, el Santuario es un lugar de peregrinación.
