Al cumplirse 75 años de la nacionalización petrolera, es preciso recordar lo que hemos aprendido de la conflictividad laboral y de la organización sindical en esta industria clave y contribuir así a situar la discusión que emerge de nueva cuenta en nuestro país sobre la posible privatización parcial de la empresa petrolera estatal, su necesaria transformación productiva y organizacional y la imperiosa urgencia de modernizar las relaciones laborales y reconstruir su antidemocrática vida sindical.