La riqueza del legado de Orbón hizo imposible un trabajo exhaustivo sobre toda su obra, por lo que Mariana Villanueva se limita a deducir las constantes y variables de su estilo, cotejarlas con su obra en general y aplicarlas a una obra sencilla, la Guajira guantanamera, cuyos orígenes se remontan hasta un anónimo romance hispano de raíz medieval transformado en Cuba por la influencia negra y que fue revivido en un son guajiro al que Orbón adaptó unos versos de José Martí.