Este libro trata de un encuentro entre un periodista cultural y un poeta que cumple cien años. Es anómalo, porque el poeta, a pesar de su generosidad, no solía dialogar con periodistas, menos aún con periodistas culturales, sino con editores de gran trayectoria, escritores/amigos, colaboradores cercanos, estudiosos foráneos de su obra, profesores eminentes de universidades extranjeras o representantes de medios de comunicación internacionales. El gesto de confianza hacia un joven reportero conmueve y alienta a quien está en la situación privilegiada de ofrecerlo y quien puede recibirlo y multiplicar el don.
